martes, 7 de junio de 2011

Fundamentos Filosoficos En El Educador

El docente deseado en el proceso enseñanza, aprendizaje.
Las diferentes posturas filosóficas y la pluralidad de ideologías que coexisten en el mundo, son factores importantes de discusión académica y son la antesala para la creación de una definición de educación adaptada a la vida actual, corremos el riesgo que en la educación superior se quiere orientar un planteamiento que sea generador de actitudes y reacciones  sin lograr la deseada concertación sobre la concepción de una educación que le permita al individuo su realización integral y una mejor calidad de vida.

Partiendo de una visión global, es necesario remontarse al principio del saber con el fin de indagar y descubrir la naturaleza del conocimiento y de la realidad, utilizando la razón y los argumentos racionales. Esta actividad de conocer va a permitir actuar como sujeto cognoscente de los objetos, para así poder explicar lo que ocurre en su realidad; y a su vez pasar de hombre objeto a hombre sujeto estableciendo un proceso de pensamiento reflexivo y luego científico. Se trata de corresponder el pensamiento con la acción y esto es posible lograrlo, a través de una formación profesional donde el conocimiento intelectual vaya más allá de la simple expectativa, intercalando las ideas del saber, comprenderlas, analizarlas, adaptarlas y así aprovechar todo ese mar de ideas que son el eje central de un modo de educar correctamente.

Según Tueros (1998) "Es necesario la elección filosófica en el educador, ya que no existe educación sin alternativa filosófica, entendida ésta en su sentido más amplio de afirmación de valores" (p.2).

La tarea del docente necesita estar vinculada con la finalidad de la educación, en correspondencia con el producto que se quiere obtener, al establecer un modelo que conlleve al perfil del docente deseado, reflejando lo óptimo del ser humano y acorde con las necesidades de la sociedad. A la par poseer una base filosófica, amplia y bien estructurada, que le permita al docente conformar su propia ideología. La adquisición de estos fundamentos filosóficos se fundamentará en una formación académica adeciada; Fourez (1994) difiere de los saberes espontáneos, y en consecuencia plantea que: "...resulta imposible trabajar la filosofía sin adquirir cierta técnica y un adecuado vocabulario... para discernir sobre las cuestiones humanas y la problemática social" (p.12). Es así como se observa una interacción o vínculo entre la filosofía y la educación, unidas permiten perfeccionar y mejorar la enseñanza.
Basándonos en este principio, es necesario complementar la formación docente con cuatro principios fundamentales en los cuales están basados en los siguientes aspectos: "aprender a ser"; "aprender a aprender"; "aprender a convivir" y "aprender a educar".
"Aprender a ser" exige la integración del pensamiento propio, armónico y ético. El "aprender a aprender" mediante la adquisición de habilidades que le permitan admitir sus errores mediante la autocrítica, siendo parte de este aprendizaje la investigación desde la práctica y la reflexión. "Aprender a convivir" es parte de la tarea docente, al interactuar con su entorno logra no sólo la integración de los elementos educativos, sino las metas escolares que se trace a efecto de lograr una mejor calidad de vida de los individuos inmersos en el hecho educativo. Finalmente, "aprender a educar", mediante el conocimiento actualizado, los enfoques educativos pertinentes para el tratamiento integral del proceso de la educación.
 El individuo cada día necesita ser educado, formado e instruido de una manera facil que pueda recibir, explorar, experimentar y transmitir nuevos conocimientos significativos, donde expresa la importancia del ser en calidad de persona hacia su desarrollo, las bases fundamentales para la vida seran el reflejo de una enseñanza proactiva y dinámica, sustentada por la adquisición de un conocimiento que permita ir de la reflexión a la acción.
  El pensamiento filosófico sustenta la práctica educativa, de esta forma, pasa a ser parte de la misma, permitiendo orientar la enseñanza con el fin de forjar un individuo y una sociedad digna y coherente con la realidad actual de un mundo globalizado
Fundamentos filosóficos en el educador.
El docente deseado en el proceso enseñanza, aprendizaje.
Las diferentes posturas filosóficas y la pluralidad de ideologías que coexisten en el mundo, son factores importantes de discusión académica y son la antesala para la creación de una definición de educación adaptada a la vida actual, corremos el riesgo que en la educación superior se quiere orientar un planteamiento que sea generador de actitudes y reacciones  sin lograr la deseada concertación sobre la concepción de una educación que le permita al individuo su realización integral y una mejor calidad de vida.
Partiendo de una visión global, es necesario remontarse al principio del saber con el fin de indagar y descubrir la naturaleza del conocimiento y de la realidad, utilizando la razón y los argumentos racionales. Esta actividad de conocer va a permitir actuar como sujeto cognoscente de los objetos, para así poder explicar lo que ocurre en su realidad; y a su vez pasar de hombre objeto a hombre sujeto estableciendo un proceso de pensamiento reflexivo y luego científico. Se trata de corresponder el pensamiento con la acción y esto es posible lograrlo, a través de una formación profesional donde el conocimiento intelectual vaya más allá de la simple expectativa, intercalando las ideas del saber, comprenderlas, analizarlas, adaptarlas y así aprovechar todo ese mar de ideas que son el eje central de un modo de educar correctamente.
Según Tueros (1998) "Es necesario la elección filosófica en el educador, ya que no existe educación sin alternativa filosófica, entendida ésta en su sentido más amplio de afirmación de valores" (p.2).
La tarea del docente necesita estar vinculada con la finalidad de la educación, en correspondencia con el producto que se quiere obtener, al establecer un modelo que conlleve al perfil del docente deseado, reflejando lo óptimo del ser humano y acorde con las necesidades de la sociedad. A la par poseer una base filosófica, amplia y bien estructurada, que le permita al docente conformar su propia ideología. La adquisición de estos fundamentos filosóficos se fundamentará en una formación académica adeciada; Fourez (1994) difiere de los saberes espontáneos, y en consecuencia plantea que: "...resulta imposible trabajar la filosofía sin adquirir cierta técnica y un adecuado vocabulario... para discernir sobre las cuestiones humanas y la problemática social" (p.12). Es así como se observa una interacción o vínculo entre la filosofía y la educación, unidas permiten perfeccionar y mejorar la enseñanza.
Basándonos en este principio, es necesario complementar la formación docente con cuatro principios fundamentales en los cuales están basados en los siguientes aspectos: "aprender a ser"; "aprender a aprender"; "aprender a convivir" y "aprender a educar".
"Aprender a ser" exige la integración del pensamiento propio, armónico y ético. El "aprender a aprender" mediante la adquisición de habilidades que le permitan admitir sus errores mediante la autocrítica, siendo parte de este aprendizaje la investigación desde la práctica y la reflexión. "Aprender a convivir" es parte de la tarea docente, al interactuar con su entorno logra no sólo la integración de los elementos educativos, sino las metas escolares que se trace a efecto de lograr una mejor calidad de vida de los individuos inmersos en el hecho educativo. Finalmente, "aprender a educar", mediante el conocimiento actualizado, los enfoques educativos pertinentes para el tratamiento integral del proceso de la educación.
El individuo cada día necesita ser educado, formado e instruido de una manera facil que pueda recibir, explorar, experimentar y transmitir nuevos conocimientos significativos, donde expresa la importancia del ser en calidad de persona hacia su desarrollo, las bases fundamentales para la vida seran el reflejo de una enseñanza proactiva y dinámica, sustentada por la adquisición de un conocimiento que permita ir de la reflexión a la acción.
El pensamiento filosófico sustenta la práctica educativa, de esta forma, pasa a ser parte de la misma, permitiendo orientar la enseñanza con el fin de forjar un individuo y una sociedad digna y coherente con la realidad actual de un mundo globalizad

2 comentarios:

  1. Estimado Walter, me parece buen inicio , es muy importante la reflexión sobre la proyección , misión y visión que tenemos como docentes.
    Las entradas podrías enriquecerlas con elementos visuales y esquemas
    Cuando utilices alguna citas, debes indicar las referencias bibliográficas.
    Siga adelante. Saludos
    Lic. José Luis

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  2. Me parece atinado el articulo , comparto lo dicho por el Lic. José Luis lo bueno seria que todos o por lo menos la mayoria lo tomara en cuenta para dar lo mejor de nosotros como docentes en nuestras aulas.

    Saludos

    Fausto Celada

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